Si algo no se puede decir del 2023 de Universitario es que fue lineal ni predecible. Más bien se pareció a un electrocardiograma: tras un flojo comienzo en el Regional, en el que llegó a estar último tras la segunda fecha, encadenó una gran serie de triunfos que lo llevaron a un liderazgo sostenido por varias jornadas; y aunque perdió impulso en la segunda mitad y no pudo meterse en la final (terminó 4°), explotó en el Torneo del Interior A, en el que ganó su primer título desplegando un rugby que llenaba los ojos y con el que logró jugarle de igual a igual al San Isidro Club en la final del Nacional de Clubes.
En esa gran campaña, la “U” tuvo varias figuras clave. Una de ellas fue Thiago Sbrocco, quien desde la tercera línea aportó un abanico de virtudes: movilidad, tackle, profundidad, seguridad en el line y una actitud innegociable. Por ellas fue que la URT le otorgó el premio al Jugador del Año en la ceremonia que tuvo lugar anoche en Los Tarcos.
“Al premio no me lo esperaba. Me tomó por sorpresa. Me enteré estando en mi casa, cuando un amigo me avisó por Whatsapp que me habían elegido. Me puso muy contento porque es un logro tanto personal como del club. Sin en el club es imposible lograrlo”, destacó Thiago, quien con sus 23 años le aportó frescura a un pack de forwards que contó con la experiencia de Lisandro Ahualli y Nicolás Gentile, además de la presencia de su hermano Bruno Sbrocco.
“Fue un año muy duro y largo, pero lindo. Por suerte no sufrí ninguna lesión, y eso me permitió jugar casi todos los partidos del año. Creo que eso fue clave, porque cuando sufrís parates vas perdiendo el ritmo”, analizó Thiago, quien gracias a su gran año fue sondeado como posible refuerzo para alguna de las franquicias del Súper Rugby Américas 2024.
Más allá de lo personal, Sbrocco rescata el aspecto colectivo en lo que fue una gran temporada para las “Serpientes”. “Fue un año único. Desde principios de año vi que la gente se sintió muy identificada. Desde los más chiquitos hasta los viejos del club. Éramos todos como un mismo grupos. Nos bancábamos en todas. Perdíamos o ganábamos, siempre estábamos todos. Siempre se sintió ese apoyo de la gente en la cancha. Eso estuvo buenísimo”, aseguró.
“Serpiente” desde los 10 años y jugador de Primera desde 2019, Thiago se traza nuevos objetivos para el futuro: “tengo pensado seguir creciendo y mejorando en lo personal, en lo físico, en lo técnico y en todo lo que se pueda a fin de estar preparado para lo que se venga”.